La estratigrafía y el descubrimiento de los fósiles
Desde que en el siglo XIX el científico William Smith se percatara tras estudios estratigráficos y paleontológicos de que los distintos organismos que pueden aparecer en las rocas se suceden en el tiempo en un orden determinado, la propia comunidad científica se dio cuenta que esto podría ser una herramienta muy poderosa para el estudio del pasado de la vida en la tierra y para la datación de determinados materiales geológicos, ya que capas que tengan los mismos taxones en su contenido fósil, van a ser de la misma edad aunque difieran en su litología. A esto se le conoce como principio de la superposición faunística.
Este descubrimiento vino a complementar los principios estratigráficos ya enunciados por Nicolas Steno allá por el siglo XVII concluyendo este que:
- Salvo excepciones los estratos geológicos se posan de manera horizontal: principio de horizontalidad.
- Los estratos son continuos en su extensión lateral teniendo la misma edad en dicha extensión: principio de continuidad lateral.
- Todo estrato superpuesto a uno inferior es más moderno y el que queda abajo el más antiguo: principio de superposición.
Todos estos descubrimientos fueron revolucionando el campo de la Geología y los conocimientos que entonces se tenían sobre nuestro planeta comprendiendo que nuestro planeta probablemente tenía una edad mucho superior a la cual defendían los creacionistas y que tal y como se sospechaba se trataba de un planeta eminentemente dinámico con mecanismos de cambio que operaban en escalas de tiempo inimaginables desde nuestra perspectiva humana. Además, el estudio más a fondo de los materiales geológicos y su dinámica hizo que apareciera la estratigrafía como disciplina de la Geología y la cual tenía como objetivos establecer y ordenar todos los estratos locales contenidos a nivel regional, correlacionar dichos estratos locales para poco a poco intentar reconstruir una cuenca sedimentaria y su evolución.
Los fósiles guía
Los fósiles pueden ser útiles para datar las rocas en las que se encuentran incluso mucho más que los materiales que componen a estas ya que estamos hablando de entidades vivas que vivieron en un determinado periodo de tiempo más o menos amplio y las cuales son consecuencia de un proceso evolutivo el cual es un proceso irreversible donde las características de los individuos van cambiando con el tiempo siendo estas únicas e irrepetibles.
No obstante, el proceso de datación mediante fósiles no es tan sencillo como parece ya que no siempre están ahí cuando nos hacen falta y además depende del taxón que estemos considerando será mas o menos fácil usarlo como marcador de tiempo. Surge así el concepto de fósil guía el cual podríamos decir que tiene unas características específicas que lo hacen una buena herramienta para realizar dataciones relativas. Estas características son:
- Tienen una alta distribución en el espacio por haber colonizado territorios extensos por lo que va a ser fácil encontrarlos e incluso correlacionar estratos muy alejados entre sí.
- Reducida distribución en el tiempo o dicho de otro modo una rápida evolución sumada a una existencia limitada en un corto lapso de tiempo geológicamente hablando.
- Poseyeron numerosas poblaciones de individuos lo que facilita su localización.
Hoy en día tenemos fósiles guías en todos los principales filos de animales conocidos y en buen número de tipos de plantas. Lógicamente, los más aptos para fosilizar son aquellos que tengan partes duras en su cuerpo. Mostramos a continuación una lista de tipos de organismos vivos y ejemplos de fósiles guías que pertenecen a ellos:
- Poríferos: Arqueociátidos (Cambrico).
- Cnidarios: Corales rugosos (Ordovícico a Pérmico).
- Moluscos: cefalópodos como los ammonoideos o los belemnoideos (Era mesozoica).
- Artrópodos: trilobites (Cámbrico – Pérmico).
- Braquiópodos: algunos como Rhynchonella o los Pygope que suelen ser del jurásico – cretácico (Mesozoico) u otros como Terebratula que queda restringido al Mioceno – Plioceno (Cenozoico).
- Foraminíferos: Fusulinas (Carbonífero – Pérmico).
- Plantas: equisetos de porte arbóreo como el Calamites (Devónico – Pérmico) o helechos como el Pecopteris o Neuropteris (Carbonífero – Pérmico).
- Equinodermos: Crinoideos: como Encrinus (Triásico) o Equinoideos como el Heteraster (Cretácico).
- Reptiles: restos de dinosaurios (Mesozoico).
- Peces: dientes de Carchadoron (Neógeno – actualidad).
- Mamíferos: Dinotherium (Neógeno), Equus (Cuaternario).
Fósiles en las distintas eras geológicas
Paleozoico
El paleozoico es un periodo de tiempo de aproximadamente 290 millones de años perteneciente al eón Fanerozoico coincidiendo su comienzo con la fragmentación de un supercontinente (Pannotia) y su final con la formación de otro (Pangea). El clima en términos generales fue tornándose cálido y geológicamente fue un periodo activo por la deriva de diversos fragmentos continentales que influenciaron en el clima y en la vida en la Tierra de manera notable e incluso drástica en algunas ocasiones. Se cuentan hasta tres importantes extinciones en esta era siendo la tercera de ellas la más grande de la que se tienen registros y en donde desaparecieron el 95% de las especies existentes. En el paleozoico podemos citar a varios grupos de fósiles importantes:
- Trilobites: artrópodos antiguos con cuerpo dividido en tres tagmas que empezaron a diversificarse en Cámbrico inferior habiéndose identificado hasta 22000 especies. Eran exclusivamente marinos y se piensa que la mayoría eran bentónicos. Un género muy conocido y utilizado como fósil guía es el Paradoxides.
- Graptolites: extraños hemicordados coloniales flotantes. Algunos géneros son fósiles guía del Ordovícico.
- Plantas: los restos de plantas de porte arbóreo como equisetos y helechos de la época suelen ser abundantes en el registro fósil, sobre todo en el referente a los periodos Carbonífero y Pérmico ya que se produjo una gran diversificación de las plantas pteridófitas.
Mesozoico
A grandes rasgos podríamos decir que zoológicamente fue la era de los dinosaurios y botánicamente fue la era de las gimnospermas; concretamente de las cícadas. El clima fue muy cálido y los niveles del mar llamativamente bajos. Geológicamente fue una era de pocos cambios donde el supercontienente Pangea estaba ya formado. En el mesozoico podemos citar a varios grupos de fósiles importantes:
- Ammonoideos: eran moluscos cefalópodos que al contrario que la mayoría de los actuales poseía una parte dura o concha formada por aragonito. Fueron organismos de rápida evolución y de distribución mundial lo que los hace unos estupendos fósiles guía.
- Orbitolinas: foraminíferos bentónicos con forma de moneda que fueron abundantísimos en materiales del Cretácico.
- Dinosaurios: Grandes reptiles que dominaron la Tierra durante esta era habiendo una sorprendente diversidad de ellos ya que los científicos han llegado a diferenciar hasta 500 géneros distintos. La mayoría de ellos se extinguieron en la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno. Sus partes duras como huesos y dientes y sus signos de actividad (icnitas) se usan hoy en día para dataciones relativas.
Cenozoico
El Cenozoico es la era que abarca los últimos 66 millones de años de la historia geológica de la Tierra y en la cual los continentes acabaron en sus posiciones actuales por lo que fue una época geológicamente muy activa influyendo esto en el clima el cual se caracterizó por un enfriamiento a largo plazo. En el Cenozoico podemos citar a varios grupos de fósiles importantes:
- Nummulites: foraminíferos bentónicos muy abundantes en sedimentos que abarcan el marco temporal Paloceno superior – Oligoceno inferior.
- Mamíferos: restos de partes duras de géneros como Hipparion, Equus y otros géneros de la megafauna del Pleistoceno.
Fuentes
- “Historia de la Tierra. Un planeta singular” Anguita F.
- “Ciencias de la Tierra. Vol II” Tarbuck- Lutgens
- “Guía de fósiles del mundo”. Parker S.
